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Doce años después de su fuga, el criminal profesional Trojan regresa a Berlín. Un valioso cuadro está a punto de ser robado en la ciudad. Pero el robo, meticulosamente planeado, pronto se sale de control. Después de Im Schatten (2010). Berlín, qué hermosa eres. Tus manchas de color están siempre sobre un fondo gris, tu voz es desagradable, tu luz está iluminada artificialmente, pareces loca porque eres un imán para los locos, un monstruo, eres legendaria, pero ¿por qué, para qué? Hoy en día hay una película de atracos, sin oropel. Una que vive menos de tensión y acción que de su atmósfera. Minimalista, austera, sin alegría, lúgubre. Como Berlín, pero diferente, porque ‘Tierra quemada’ ciertamente no es chismosa ni autopromocional. Los personajes están en el centro de la vida, no en una burbuja. Marcados, solitarios, desilusionados. Cada gota significa todo. Y cuando se acaba, bueno, eso es todo. No recuerdo el contenido de la anterior, pero no importa, porque es una obra independiente. No está mal, al contrario, pero da la sensación de estar viendo una Tatort mejor. Pero sin los detectives mal interpretados y un director que se cree que lo es. El público primitivo de Tatort, pero esta película probablemente no sea para ellos, aquí no se los considera tontos.